Acompañar a quienes transitan hacia la muerte, o atraviesan un duelo, es un delicado oficio y, a su vez, un privilegio que requiere de haber previamente auto indagado en las propias creencias e íntimos temores.
El despliegue de la mirada en torno a las pérdidas y la muerte se convierte, desde esta perspectiva, en un camino de autoconciencia por el que madurar y ampliar la identidad a niveles de mayor esencialidad.
Se favorecerá la asimilación y potenciación de las habilidades y conocimientos necesarios, para una atención y acompañamiento integrales en los procesos de duelo de las personas asistidas.